CARTA ABIERTA A GUILLERMO PATERNA ALFARO
Tobarra 19 de agosto de 2007
La carta va dirigida
a Don Guillermo Paterna
y Alfaro, paisano mió.
Como yo nació en Tobarra
un año cincuenta y pico,
por tanto nos conocemos
desde que éramos chiquillos,
y de quién tengo el honor
de hallarme entre sus amigos.
Y la carta dice así:
Querido amigo Guillermo:
Aunque hoy día nadie escriba,
yo no tengo más remedio
y redacto esta misiva.
En la que a más de mandarte
saludos y complacencias,
me gustaría comentarte
una imborrable experiencia.
Por lo menos para mí;
y así en mi corazón guardo,
esa acogida amorosa
que me dieron mis paisanos
Siguiente al día de San Roque,
por tanto el día diecisiete,
y en plenas fiestas de agosto
el año de dos mil siete.
En la Calle las Columnas
de Tobarra, nuestro pueblo
y en la Fragua del Zoríl,
acaeció este suceso
Ese marco incomparable
al mediodía fue cobijo,
de un grupo de tobarreños
por la poesía unidos.
De todos los convocados,
ninguno faltó a la cita.
Es más vinieron algunos
que del acto, no sabían.
Fue la Familia Zoríl
generosos sin reparos,
quienes me abrieron su casa,
y a los que me acompañaron.
La abuela Juana, Juanico,
Manolete, Marisol,
Marisol Sahorí y Guillermo.
Fuisteis el grupo anfitrión.
Del resto del auditorio,
espero no equivocarme
de todos los que vinieron,
y aquí paso a relatarte.
La relación de asistentes
no es por importancia, ni orden,
si no, según se me vienen
a la cabeza sus nombres.
Vino mi madre, mi esposa,
mi hermana, mis dos sobrinos,
Miguel Ángel y Raquel
tobarreños convencidos.
También vino mi tía Trini
junto con otros vecinos,
de mi Calle de nacencia
y recuerdos siempre vivos.
Ascensión, Cari Ramiro,
Paco Paterna, tu hermano,
y la familia al completo
de mis amigos “MANANOS”
Trini, Isidro y su mujer,
Rocío y Lola la pequeña,
las dos chiquillas semilla
de poesía tobarreña.
Con José Manuel Vizcaíno,
del “MONIQUÍ” Presidente,
vino Conce, que ejerció
de Notario Fehaciente.
Mari la de Claramente,
Diego Martínez, su esposo,
amigos de la Hermandad
del “AMARRÁO MÁS HERMOSO”.
También entre los presentes,
Pepe “CHURRIDAS” el Juez,
mi amiga Maria Fernanda,
que por cierto es, su mujer.
Jesús “TRIFÓN” y Teresa
llegaron de los primeros.
Buena representación
de “HELMANICOS MONIQUEROS”
Y otra helmanica del grupo
Angelines Alcaráz,
Merce no estuvo presente
por tener que trabajar.
A mitad del recital
hubo que hacer un descanso;
apareció Miguelito
su artillería desplegando
Y después de sus consejos
con alocución y ripio,
se reanudo el programa
según estaba previsto.
Creo que no falta nadie,
bueno, me falta el cronista,
que ha dado cumplida cuenta
del acto, en la prensa escrita.
Y centrándome en el acto;
afirmo con contundencia,
que palabras no conozco
que definan la experiencia.
Es la Fragua Zoriliana,
Catedral de la poesía
donde el Maestro Zoríl,
forjó su sabiduría
Esas paredes encierran,
tántos romances y versos
que por siempre vivirán
en el argot tobarreño.
Buena herencia nos dejó
Manuel Sahorí, mi vecino
todos los palos tocó,
sátira, rosa y espino.
No sé si te diste cuenta,
pero en vez de “GRAN AUSENTE”
fue uno más entre nosotros,
porque vive en nuestra gente.
Y es que los seres queridos,
se van, pero nunca mueren.
Porque en nuestros corazones
permanecen para siempre.
Según te estoy escribiendo
se me ocurre un pensamiento,
una pregunta, una copla,
que te transcribo al momento.
“La Calle de las Columnas
tiene de abriles,
pocos más que la Fragua
de los Zoriles.
Donde baila en el yunque
la poesía,
a través de los años,
día tras día.
Pluma o martillo.
¿Qué fue primero?
Lo que tuvo en sus manos
el Poeta-Herrero.
Yo no lo sé,
pero sí pienso,
que supo aprovechar
muy bien su tiempo.
Con gracia y con salero
fue combinando,
sus versos con las rejas
de los arados.
Y los legones,
con los sonetos,
a veces hortelanos
ahora engalludos.
Romances Zorilianos
Ripios agudos.
Qué pocos se han escrito
tan cojonudos.
Paso de nuevo a la carta,
la recta final enfilo,
con otros veintiocho versos
me creo que ya termino.
Uno a quién se echó de menos,
y creo le habría gustado.
Al poeta más risqueño
como es, Jose Mari Hurtado.
Estaba de cumpleaños,
cumplía sesenta y cinco.
Ó ¿Acaso yo entendí mal,
y cumplía veinticinco?
Pero de cualquier manera
le deseo lo mejor,
y que otro año Dios mediante,
asista a la reunión.
Bueno, tal vez me adelanto,
al ser todo tan reciente,
mas si el público lo pide,
yo no tengo inconveniente.
Si los dueños de la Fragua
abrirnos sus puertas quieren,
como dije al auditorio
“Os veo el año que viene”.
Pues bien, mi querido amigo,
a esta epístola doy fin,
no sin antes confiarte
que quisiera repetir
esa mágica experiencia
como lo fue, compartir
y recitaros mis versos
en la FRAGUA DEL ZORÍL.
PD.
Toda carta que se precie
Tiene que llevar posdata,
Y te envío como siempre,
BESOS MIL, PARA TOBARRA.
Un fuerte abrazo de tu amigo Casimiro Bleda Onrubia.